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En el noveno día del mes de Ab Tishá BeAb ayunamos y guardamos duelo por la destrucción del Gran Templo de Jerusalem.
Tanto el Primer Templo como el Segundo, fueron destruidos en esta fecha.
El Shabat que precede al día de ayuno se llama Shabat de Visión (Shabat Jazón), pues en éste leemos un capítulo de los Profetas denominado Visión de Isaías.
Pero el nombre de Shabat de Visión también tiene un significado más profundo, expresado por el maestro Rabí Leví Itzjak de Berdichev con la siguiente metáfora:
Un padre preparó cierta vez un hermoso traje para su hijo. Pero el niño descuidó el regalo de su padre y el traje pronto estuvo convertido en harapos.
El padre dio al niño un segundo traje; también ése fue arruinado por negligencia del niño. Entonces el padre hizo un tercer traje. Esta vez, sin embargo, no se lo dio a su hijo.
De vez en cuando, en ocasiones oportunas y especiales, le muestra el traje al niño, explicándole que cuando aprenda a apreciar y cuidar adecuadamente el regalo, se lo dará. Esto induce al niño a mejorar su comportamiento, hasta que gradualmente se convierta en su segunda naturaleza, momento en el que será digno del regalo de su padre.
En el Shabat de Visión, dice Rabí Leví Itzjak, a todos y cada uno de nosotros se le otorga una visión del tercer y definitivo Gran Templo, una visión que, para parafrasear al Talmud, aunque nosotros mismos no la vemos, nuestras almas sí la ven.
Esta visión evoca una profunda introspección en nosotros, aun si no estamos conscientemente percatados de la causa de nuestra súbita inspiración.
El segundo Gran Templo se destruyó por el odio sin sentido en nuestro pueblo y será construido por el amor incondicional entre nosotros.
Pensalo.
Shabbat Shalom Umeboraj
Tsom Kal
Rab Shlomo I Mizrahi HaCohen. |